La Sauceda (El autobús y más)

En el autobús, cuando íbamos hacía

la Sauceda, Elena, Gema y yo nos pusimos atrás del todo, y la ventanilla seguramente estaba rota porque no hacía más que hacer un ruidito que duró todo el camino y nos puso nerviosas a las tres.

En uno de los momentos en los que Quini nos dejó hacer lo que quisiésemos Elena y yo nos sentamos en una roca a la sombra y como ella es rumana hicimos un trato, ella me enseña rumano, y yo a ella francés. Ya he aprendido los colores, los números, las partes de la casa y los transportes.

Estuvimos jugando al fútbol Noah y Pablo de un equipo contra Marta Gema y yo, que éramos otro equipo, y Javier Orozco era el portero, resulta que ganamos las chicas, pero como los chicos se picaron y les daba vergüenza que le ganasen chicas, dijeron que no valía y nos anularon un montón de goles, y es verdad, porque hasta Pablo, lo reconoció.

Después de eso nos fuimos ha cenar, no me acuerdo muy bien, pero creo que fue perrito caliente, o como dice Óscar, hot dog.

Un poco antes de irnos, a la hora de recoger los sacos de dormir, hubo a gente que le costó doblarlo y meterlo en la bolsa, a mi no, pero por ejemplo a Inma le costó mucho, y al final lo metió sin doblarlo.